Más de 3.500 personas participaron de la décima edición del No Pants Subway Ride. Desafiaron los 6 grados bajo cero. De leopardo, con pintitas, muñequitos, lisa, rayada, a cuadritos o de colores rabiosos. La ropa interior de los neoyorquinos salió a la luz y con furia. Más de 3.500 personas se sumaron a la octava edición del "No Pants Subway Ride"
(Ir en subte sin pantalones), un evento que se organiza hace 10 años y que suma cada vez más adeptos.
Los neoyorquinos desafiaron el frío de la ciudad (hizo 6 grados bajo cero), se sacaron polleras y pantalones y se subieron al metro de en lo que fue la décima edición del "No Pants".
La cita fue el domingo en diferentes barrios de la ciudad como el Downtown, Brooklyn, Astoria, Flushing y Central Park. Y la idea simple y provocadora: subir a los vagones en ropa interior.
La primera "No Pants" se realizó en enero de 2002 y aunque no tuvo la repercusión de ayer –sólo eran siete personas- sentó las bases para este evento que se ha vuelto un clásico en la ciudad.
Organizado por Improv Everywhere, un grupo que se creó en Nueva York en 2001 con el objetivo de hacer cosas divertidas y sorprendentes en espacios públicos, el "No pants" cumplió 10 años este enero. Para celebrarlo se organizaron parades similares en 50 ciudades del mundo.
Entre las 3.500 personas hubo gente de todas las edades. Abuelos de más de 75 años que compartieron la ocurrencia con sus nietos. Hasta mamás que se animaron a desabrigar a sus bebés de pocos meses por un ratito.
"Que nadie se quite la ropa interior. Sólo los pantalones", dijo entre risas por megáfono uno de los organizadores antes de dar la señal de largada en la concurrida estación Grand Central de Manhattan. Por allí, se calcula que pasan 500.000 personas cada día.
Las fotos de la performance coparon las redes sociales e Internet. Y mientras el video de la edición 2010 no para de dar vueltas online, los participantes esperan ansiosos la versión oficial 2011. Los organizadores prometen que estará listo y en la Web en un par de días.
EN MEXICO TAMBIÉN
Unas 500 personas participaron de un acto convocado por la organización Flashmob, un grupo caracterizado por hacer bromas públicas por todo el mundo.
A la convocatoria se inscribieron previamente unas 1.200 personas, pero al final acudió medio millar, contó Isaac Salame, uno de los organizadores, quienes pidieron a los participantes reunirse en la estación Auditorio del metro de México DF y llegar con pantalones o faldas puestos, de los que se despojarían ya en el interior de los trenes.
Unos trescientos fueron hombres y el resto mujeres. En grupos de diez ingresaron a los vagones y ya dentro comenzaron a quitarse la ropa hasta quedar con las prendas interiores ante el asombro de los demás pasajeros.
"Fue increíble la reacción del público, primero como que se molestaron y después, al ver que varios íbamos quitándonos los pantalones, se reían", agregó Salama. Y aclaró que pidieron que ninguno se quitara toda la ropa, es decir que no viajaran desnudos sino en ropa interior. El destino final de este evento fue la estación del metro Bellas Artes después de trece paradas.
Según Salame, el propósito se cumplió: divertirse ellos y entretener al público.